Matar dos pajaros de un tiro? Quizas de matar se trata.

Regresaba a la noche en el colectivo. Tratando de olvidar la situación discriminatoria que me hicieron pasar al decir que soy budista, ante la que nadie me defendió. Claro que eso seria harina de otro costal. Es solo que se relaciona con lo que ocurrió en el viaje en colectivo. Mientras charlábamos con Jimena, subió otra compañera de Tamara y ella al colectivo. Interesante, porque me hizo acordar a mi ultimo encuentro en el colectivo, el que tuve con Román, lo curioso es que eso pensé en ese momento. Yo no sabía hasta que punto se parecían ambos encuentros. Lo descubrí segundos después cuando vi a Gabriela, era otro encuentro doble. Detrás de donde estaba parada Cecilia, la chica que encontramos, se había sentado Gabriela, compañera de la SGI. Me dejo impresionado el doble encuentro una vez más. Con Gabriela comentábamos mientras caminábamos a la casa, que ya es la segunda vez que nos encontramos así, y las dos arriba de un transporte, una arriba del subte y esta. Esto ya se ha vuelto tan loco que no me encuentro con todo el mundo nada mas, además los tengo que encontrar de a pares. Ahora que lo pienso, no son esos dos casos los únicos encuentros dobles que he tenido en los últimos tiempos, pero si los mas peculiares y ambos encima de un transporte publico.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...

La torre onirica.

El día de hoy empezó extraño desde antes que me despertara. Soñé con el otro mundo, era una torre altísima, gigante y cilíndrica, que me hizo recordar el libro de Stephen King, aunque no se parecía en nada a la torre oscura. Allí estaba Scaladei, había mucha mas gente y yo entraba por puertas de adentro de la torre que daban a otros lugares, otros mundos. Era el paso. Recuerdo ver gatos, aunque se me escapa cuando aparecían o que hacían exactamente. Como siempre, trate de poner en papel luego de levantarme todo lo que había soñado.
A la tarde fui a Kaikan, tenia mi encuentro con el sr. Oshida. Desde la esquina, venia nervioso, pensando que diría. Cuando decidí que estaría mas dispuesto a escuchar que a hablar. Cuando doble la esquina de Donado y Juramento, me acercaba al centro cultural, viendo asomarse la imponencia del auditorio y su arquitectura impresionante, me sentía como el caballero que va a retomar el castillo. Hacia tanto tiempo que no iba a Kaikan. Había dejado que me exiliaran los enemigos, de mi propio castillo. Toque el timbre, pero nadie respondía, igualmente no lo escuchaba sonar. Volví a tocar, pensando que no andaba quizás. Ya me estaba hastiando de esperar, la plaza seca parecía desierta y el único que se asomo del centro cultural., no me dio la mas mínima atención y siguió hablando por el celular. “Dale gordo, abrime”, pensaba yo al que hablaba por el celular. Por la vereda vino caminando un gato, un calypso, tres colores, de esos que predomina el negro y que parecen desteñidos en el lavarropas. Apreté de nuevo el timbre, más fuerte y ahí si lo sentí sonar. No espere ni un minuto que escuche al sr. Oshida del otro lado. La puerta zumbo y la empuje, el gato se mando entre mis piernas, totalmente decidido a entrar a Kaikan, como si perteneciera ahí. Estuve delante mío, caminando en mi dirección, por media plaza seca. Se detuvo y yo pase, casi entrando al centro cultural. “Estas de custodio mío?” pregunte mentalmente al gato. Lo mire sonriendo, por la broma privada, y el gato me observaba detenidamente. Entre al hall del centro cultural pensando, “interesantes animales los gatos, mitad en este mundo, mitad en el otro.”
Las coincidencias de una y otra, no creo que haga falta ni mencionarlas. Igualmente, creo que quien lea esto puede hacer un mejor análisis que yo, que no soy tan objetivo.
Ni que decir que la charla con el sr. Oshida fue altamente esclarecedora. Me renovó fuerzas, me alentó a seguir y me dio una pauta para tomar muy en cuenta. Cuando salí, algo se sentía distinto. Mientras en la parada leía la orientación de sensei que me había dado, un flaco se acerco y me pregunto sobre el colectivo 112. Allí, me dijo que veníamos del mismo lugar, seguimos hablando con Tito, que es como se llama, un compañero de lucha de San Juan. Músico y que andaba de visita por aquí. No tiene nada de extraño encontrar budistas en esa parada, ni tampoco en la inmediaciones de Kaikan, pero esa charla fue el primer paso para poner en practica lo que el sr. Oshida me había dicho. Aquí comienza...
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Poniendo en el paralelo.

Hace dos días, había soñado que estaba en el parque y que habían traído “Trópico de Cáncer” de Henry Miller, y en el sueño pienso: “Ahora están los dos, Trópico de Cáncer” y “De capricornio”, del mismo autor. Cuando voy al parque, le cuento a Leticia lo del sueño, que era curioso, pero sin notar nada raro. Hoy, cuando vuelvo del ciber, me cuenta que se acababa de ir un pibe que compró un libro en mi Mercado Libre, que era habitué del parque. Mientras me relataba eso, estaba embolsando un libro, cuando veo cual era, se lo remarqué. Era “Trópico de Cáncer” de Henry Miller. Miércoles!!! Y recordamos lo del sueño. Sonriendo, ante lo que seria un pequeño sueño premonitorio, sin ninguna relevancia aparente. A menos que me vaya a morir de cáncer pronto. Así, que hay que estar atentos, el sueño que tuve con el tema de Rammstein tuvo implicaciones muy a largo plazo, no sea cosa que después nadie crea que vivimos en esta dimensión.
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Hay algo apesta en Buenos Aires. Telo imaginas?!

(posteo compartido con Que Asex)
Estaba en esos lugares de “alojamiento momentáneo” (referencia a gente que no entiende que son ese tipo de lugares) cuando me suena el celular, como recién entraba todavía no lo había apagado. Era Miguel, para avisarme de la grabación del día siguiente. La mañana siguiente se entero de su llamada inoportuna. Por eso, lo apague a Cerbero (así le puse al teléfono del infierno) y me dedique a lo mío. Pero lo más loco, fue que al terminar (acabar horas después) sonó un aviso de mensaje de texto, una venta que había hecho por mercado libre, una mina de Rosario, Santa Fe. No pasan ni cinco segundos de leerlo que la mina me llama, reacelerada, con una voz de pito increíble con lo cual pensé que por eso y su forma de expresarse era un chico. Ni bien corte, convencido que era un nenito, mire la hora. Eran las 01.48!!! Que huso horario tienen esas gentes?!?!? Y encima ni se imagina donde me llamo!!!
Lo mas loco es que la venta fue un lío, el nenito que yo creía, como me entere a la tarde era una mina. Le había dicho el precio equivocado, la mina era medio lela o lenta de entendederas. Podría decir que era una pajuerana, pero no quiero ser tan choto. Esto quizás no tiene gran relevancia, pero me llamo la atención, sobre todo porque fue una prueba a mi paciencia y temple.
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Porque una u otra? No, debe haber algo más. La senda del medio.

Ultimamente han sucedido tantas cosas extrañas que no he tenido tiempo de postearlas. Por eso, pensé en poner solo lo más importante. El problema reside en que si hago eso, muchos sabrán cosas que no quiero que se enteren. Así que debo hacer como Nostradamus y usar un lenguaje críptico, o sino, la inquisición (alguna gente así) me perseguirá.
Digamos que el año comenzó fuerte. Ante mi, hay dos caminos, y veo los dos como dos versiones de lo que yo podría ser en el futuro. Uno es el que ya estoy transitando hoy, el otro es una incógnita. Con el segundo, debería dejar el primero y tirarme a la pileta. Que haré? Seguir adelante y esperar a ver como se van dando los eventos. Mientras tanto, no pienso preocuparme al respecto. Quizás, y solo quizás, encuentre una tercer alternativa y ninguno de estos dos sea el que me esta marcado.
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