
-Que mierda pasa, flaca? Que carajo pasa?-
-No se, busca a la hija, pero esta con la madre. El es divorciado.-
Le dije que se fuera, aunque primero se negó porque había dejado sus cosas con el tipo, le repetí que se las tomara y finalmente se fue. Según me dijeron, la policía cayo luego, a la esquina, para hacer nada.
Por que hice lo que hice? Algunos dirán que estoy loco, otros que soy un inconsciente. La única verdad es que no pienso tolerar ciertas cosas. No soy una presa, para salir huyendo cuando hay peligro. Yo soy el que deben temer. Algo salto dentro mío, instintivo, sin pensar. Si, quizás soy un inconsciente. Pero hace mucho hice un juramento. Y dentro de ese juramento, esta el ayudar al que sufre. Bronca, siento bronca. Porque soy considerado un loco, por entrometerme. Claro, debí dejar que “el cuerdo” siguiera arrastrando a la mina por todo el asfalto. Eso hubiera sido de cuerdos. Galeano tenía razón, en su “Patas arriba”, este es el mundo del revés. Defender a alguien esta mal, porque no sabes quien es. Esta bien correr la cara y mirar para otro lado. Esta bien no meterse. MIERDAS!!! Vivimos una década entera de gente que desaparecía “y nadie se metía” Supongo que alguien dirá que a la mina que arrastraba ese enfermo “algo habrá hecho” (y no precisamente por la historia argentina) “Por algo será”, fatídica frase repetida hasta el hartazgo.
Bueno, yo no soy así, yo no soy una presa, soy el cazador. Y no es una cuestión de hacerse el malo o el macho. Es una perspectiva ante la vida.
“Verdad, justicia, son mas que palabras son perspectivas.”
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...