octubre 17, 2006

Un dia fatal, ayer y hoy.

En los últimos días, desde el día fatídico históricamente y por la muerte de mis amigos, han ocurrido muchas cosas extrañas. Por hoy, y para no hacerlo muy largo, voy a poner solo que paso hasta ayer. Lo de hoy, lo pongo mañana en tal caso. Eso ya seria demasiado. Es mas, algo que empezó esta noche, sigue para mañana. La foto que acompaña este post es del accidente, sacado de las noticias, el de ellos es el auto de la izquierda.
Vamos resumiendo porque es mucho. Me levante la mañana del viernes, recordando que ese día justo era viernes 13. No solo eso, era viernes 13 de octubre. Para los que no lo saben, el viernes de octubre de 1307, hace exactamente 699 años, fue cuando empezó la costumbre de tomarlo como día de mal agüero. No por lo que sucedió ese mismo día, sino por lo que vino después. No si quien invento lo del martes 13, eso no tiene nada que ver. En Francia, ese día mismo, fueron arrestados simultáneamente todos los caballeros templarios. Por ordenes del rey Felipe IV, previa y secretamente distribuidas. Para el que conoce la historia de la orden, sabe que significo el principio del fin para ellos. Luego de eso, las torturas, los asesinatos, las hogueras y los juicios falseados. Por ello, se considero ese día como fatídico. Como portador de un corazón templario lo recordaba en señal de homenaje a la caída de los freires templarios. Un Freire que homenajea a sus hermanos, podríamos decir. Aunque aclaremos que el numero 13, ya tenia de antes connotaciones negativas.
Ese día, a las 6.30 de la mañana morían mis amigos Mariana y Sebastián. A la noche, mi amigo Hernán sale de un parcial todo nervioso y brotado de alergia, pero en vez de ir a su casa que seria lo lógico ya que vive lejos, me llama y se encuentra conmigo. Me acompaña a congreso a lo de Mina, para buscar el regalo para el día de la madre. En el subte, me encuentro con un pibe del parque, que se llama justamente Sebastián. Es el mismo Seba del post consecusion numerologica. En ese momento no me pareció para nada raro, estábamos cerca del parque, donde este chico y yo trabajamos. Al salir, me llaman para notificarme del accidente que costo la vida de mis amigos. Y ahí esta Hernán para sujetarme y sostenerme cuando quizás no hubiera pensado en estar mas que en su casa. Pero era necesario que alguien estuviera conmigo para sostenerme cuando casi me caigo. Yendo a tomar algo para poder charlar con el, me cruzo con un viejito que era extra en los programas de los paratruchologos. Y me dice que el productor esta esperándome adentro, del bar que íbamos a entrar con Hernán. Yo lo tome como broma, de mal humor le murmure una respuesta. Pero cuando entro, me doy cuenta que si esta el tipo con uno de los paratruchologos chantas.
Próximamente, el sueño de Guillermo que me involucra y los hechos del domingo. Lo del sábado, es solo el entierro, que como se imaginaran no es algo de todos los días, pero es esperable para una situación como esa.
Las coincidencias. Seba y Mariana se van juntos, los tres, con su hija no nacida. El auto se incendia rápidamente, pero ellos ya estaban muertos o al menos inconscientes. Eran excelente personas y considero que ellos se fueron de este mundo vil y corrupto porque ya habían logrado todo lo que debían o aprendido todo lo necesario. Todo esto salio en las noticias, mi hermana lo había visto y todos lo pueden ver. El encuentro con un tocayo de mi amigo en el subte. El llamado con la pésima noticia. La presencia de Hernán que quizás no hubiera sido en otro momento. El encuentro con el viejo en la puerta del bar, con los garcas estos adentro del mismo. Todo esto, mientras tenia la sensación a dimensión desconocida que me agarra siempre que veo estas coincidencias. Pero en esta ocasión, fue durante un tiempo más prolongado y muy doloroso. Y lo que es peor, daba miedo. Porque si esto ocurre en esta realidad? En que mierda de mundo estoy viviendo? Dentro de una película? La única verdad es la realidad. Pero, cual es la realidad? Que realidad? Cual de todas?
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...

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