El sábado, en el funeral para mi amigo. Un antiguo alejado, quizás hasta fantasma de mi pasado, hizo una tregua conmigo. Después de años de alejamiento y tensiones, reste un enemigo.
El domingo fue un día de gente que no debía aparecer y de fantasmas del pasado apareciendo en conjunto. Primero, esa visita tan inesperada como improbable. Prefiero no seguir o delataría la identidad.
El lunes, al ver pasar al fantasma que mencione en un post anterior en mi blog principal y en esta misma pagina en el post “El fin del circulo”. Al ver como este fantasma pasaba por delante del puesto, sigo con la vista su andar, para descubrir que otro fantasma estaba mirando discos en el primer puesto de todos. No seria raro que este fantasma sucio, gordo y negro fuera al parque y a ese puesto en particular, ya que es amigo del dueño. Siempre cae cada tanto, y ella ya había pasado una vez. Es más, conoce el parque por mí. Pero que ella y el, que nunca se conocieron en lo que yo los conocí. Que pertenecen a dos épocas distintas de mi vida y aparezcan en un mismo momento, si es para merecer un lugar en la dimensión desconocida Ichinén.
Pero lo que si me mato fue la charla con Guillermo el domingo. El me contó su sueño, de la noche del viernes para el sábado. La razón por la que había ido al parque a verme el sábado. Soñó que íbamos nosotros dos, el cree que era yo el que estaba en el sueño, en un edificio blanco con grandes ventanales. Yo vestía de blanco, como si tuviera una toga de hospital, eso es un mal augurio. Y nosotros, íbamos a algún lado que no se sabía y unos demonios o espectros nos seguían, apareciendo fantasmalmente en los ventanales. Cuando se acercaban a nosotros, ya en los pasillos, el se ponía a recitar un mantra que los mantenía a raya. Y así se desarrollo hasta que se despertó. Preocupado, intento verme en el parque y se entero de la noticia. El conoció a Sebastián y Mariana, en el Durand, durante el 2004. Cuando me contó el sueño, le mostré la letra de “Azhe zu azhe”, que publique hace poco. La cual no solo le pareció alegórica a lo que me ocurrió a mí, sino también a lo ocurrido el viernes a mis amigos.
El lunes sobre el mediodía llame a Javier para contarle y me convenció de llamarlo a Miguel. No sabia como decirle o como reaccionaria. Nos encontramos para hablar y me dijo que no quería estar enemistado conmigo. Y tuve otra charla fuerte, así como la que tuve con Germán hace poco. Las vueltas de la vida, son increíblemente furiosas y curiosas. Pierdo dos amigos, y por ello resto dos enemigos. No es demasiado espeluznante?
Me estaba acordando esa tarde de un flaco con quien cursé Pensamiento científico y Sociedad y estado, Damián. A raíz de lo de Sebastián y Mariana era obvio que me pusiera a pensar en todo lo que se relacione con ellos. Y en el momento en que curse con Damián, el tenia un corte de pelo como el de Seba. Lo que es mas, se parecían mucho físicamente. Solo que Damián es mas morrudo, cara mas regordeta y algo mas alto. Esa misma tarde de lunes, yendo al kiosco, tuve un encuentro que fue agradable. Comprando en el kiosco del cine, camino del shopping Caballito, me encontré con Damián. Tuve que resistir la tentación de abrazarlo y saludarlo como si fuera Sebastián reencarnado. Y ponerme a llorar allí mismo, sin que Damián comprendiera el porque. Hablamos como si nada pasara, no pensaba contarle nada de esto. Y solo le dije donde trabajaba y comentamos cosas de nuestras respectivas carreras. Finalmente, me fui lo más rápido posible, antes que notara algo raro. Como yo noto todo esto de los últimos días.
El lunes noche, una llamada inesperada pero no imposible. Genero una serie de acontecimientos que no corresponden a esta página, sino a Que Asex. Y como son parte de mi vida privada, no encontraras datos claros y solo alusiones vagas y metafóricas. Debo proteger la privacidad de alguien mas aparte. Pero si sacas conclusiones no se necesitan nombres para saber que ocurrió.
En la próxima pongo lo del martes y lo bizarro de toda esa tarde. Lo de la noche, lo pienso callar también, así que menos averigua Dios y perdona.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...
El domingo fue un día de gente que no debía aparecer y de fantasmas del pasado apareciendo en conjunto. Primero, esa visita tan inesperada como improbable. Prefiero no seguir o delataría la identidad.
El lunes, al ver pasar al fantasma que mencione en un post anterior en mi blog principal y en esta misma pagina en el post “El fin del circulo”. Al ver como este fantasma pasaba por delante del puesto, sigo con la vista su andar, para descubrir que otro fantasma estaba mirando discos en el primer puesto de todos. No seria raro que este fantasma sucio, gordo y negro fuera al parque y a ese puesto en particular, ya que es amigo del dueño. Siempre cae cada tanto, y ella ya había pasado una vez. Es más, conoce el parque por mí. Pero que ella y el, que nunca se conocieron en lo que yo los conocí. Que pertenecen a dos épocas distintas de mi vida y aparezcan en un mismo momento, si es para merecer un lugar en la dimensión desconocida Ichinén.
Pero lo que si me mato fue la charla con Guillermo el domingo. El me contó su sueño, de la noche del viernes para el sábado. La razón por la que había ido al parque a verme el sábado. Soñó que íbamos nosotros dos, el cree que era yo el que estaba en el sueño, en un edificio blanco con grandes ventanales. Yo vestía de blanco, como si tuviera una toga de hospital, eso es un mal augurio. Y nosotros, íbamos a algún lado que no se sabía y unos demonios o espectros nos seguían, apareciendo fantasmalmente en los ventanales. Cuando se acercaban a nosotros, ya en los pasillos, el se ponía a recitar un mantra que los mantenía a raya. Y así se desarrollo hasta que se despertó. Preocupado, intento verme en el parque y se entero de la noticia. El conoció a Sebastián y Mariana, en el Durand, durante el 2004. Cuando me contó el sueño, le mostré la letra de “Azhe zu azhe”, que publique hace poco. La cual no solo le pareció alegórica a lo que me ocurrió a mí, sino también a lo ocurrido el viernes a mis amigos.
El lunes sobre el mediodía llame a Javier para contarle y me convenció de llamarlo a Miguel. No sabia como decirle o como reaccionaria. Nos encontramos para hablar y me dijo que no quería estar enemistado conmigo. Y tuve otra charla fuerte, así como la que tuve con Germán hace poco. Las vueltas de la vida, son increíblemente furiosas y curiosas. Pierdo dos amigos, y por ello resto dos enemigos. No es demasiado espeluznante?
Me estaba acordando esa tarde de un flaco con quien cursé Pensamiento científico y Sociedad y estado, Damián. A raíz de lo de Sebastián y Mariana era obvio que me pusiera a pensar en todo lo que se relacione con ellos. Y en el momento en que curse con Damián, el tenia un corte de pelo como el de Seba. Lo que es mas, se parecían mucho físicamente. Solo que Damián es mas morrudo, cara mas regordeta y algo mas alto. Esa misma tarde de lunes, yendo al kiosco, tuve un encuentro que fue agradable. Comprando en el kiosco del cine, camino del shopping Caballito, me encontré con Damián. Tuve que resistir la tentación de abrazarlo y saludarlo como si fuera Sebastián reencarnado. Y ponerme a llorar allí mismo, sin que Damián comprendiera el porque. Hablamos como si nada pasara, no pensaba contarle nada de esto. Y solo le dije donde trabajaba y comentamos cosas de nuestras respectivas carreras. Finalmente, me fui lo más rápido posible, antes que notara algo raro. Como yo noto todo esto de los últimos días.
El lunes noche, una llamada inesperada pero no imposible. Genero una serie de acontecimientos que no corresponden a esta página, sino a Que Asex. Y como son parte de mi vida privada, no encontraras datos claros y solo alusiones vagas y metafóricas. Debo proteger la privacidad de alguien mas aparte. Pero si sacas conclusiones no se necesitan nombres para saber que ocurrió.
En la próxima pongo lo del martes y lo bizarro de toda esa tarde. Lo de la noche, lo pienso callar también, así que menos averigua Dios y perdona.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario