En esta última semana fue un lío tras otro, una pesadilla a nivel laboral que parecía no terminar nunca. Además que no pude ir todavía a la facultad. Viví mucho mi duelo interior con viejos demonios (miedos y traumas) que vienen latentes desde hace mucho tiempo y se enervaron hace dos años. Las señales que estoy viendo, son tantas y a veces tan ínfimas que solo puedo pensar que algo se esta gestando muy en lo profundo. Una lucha cruenta que no se como se vera, mi mente esta concentrada en mis pasos. Veo todo con mucha claridad, me sorprende. Esto es vital, no perder la cosmovisión, no dejarme engañar por las circunstancias, ni retroceder un solo paso. Gente que muestra otras facetas, gente que se descuelga como de una rama. Lo más inesperado ocurre y todo indica un destino. No algo demasiado ampuloso, solo cierto camino a seguir. Muy bien, como se dice habitualmente, siga las flechas. Voy a apretar el acelerador hasta el final, me lleva a donde me lleve. Mas que a la muerte final no puede ocurrir. Pero esta vez, no va ser un motivo para que retroceda ante los demonios. Son ellos o yo. Y apuesto por mí.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén....
1 comentario:
hermano, no estamos solos en este mundo. ¿Quien no infundo la arrogancia que nos permite afirmar que somos la obra máxima de la creación del universo? ¿Acaso para creer debemos ver, medir y pesar? ¿Cuántas veces los ideales fueron motores de la historia? (Y si son ideales, el único sustento material es el corazón de quienes los hacen pervivir) Platón decía que el mundo real es el mundo de las ideas...
Bienvenido no a "La dimension desconocida de Ichinén", sino "Bienvenido al mundo"
Hay otros hermanos de causa que estamos en tu guerra. Nunca bajes la espada.
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