marzo 17, 2016

Si el pasado viene a tocar tu puerta, no le abras, no tiene nada nuevo que contarte.

Tener un encuentro con una vieja cara del pasado, desagradable o no, le pasa a cualquiera. Tener dos encuentros, a pasos de distancia, dentro del rango de la misma esquina... Eso es otro cantar. Esquina conocida, que fui durante seis años y más cuando debía pagar el alquiler justo ahí. Casi diez años yendo asiduamente. Pero aunque conocidos de ese lugar y otros más execrables sean habituales aun, no quiere decir que me los encuentre coordinados. Al parecer, estas probabilidades se hicieron para romperse. Justamente anoche tuve que recordar el pasado, un hecho muy doloroso como la perdida de mi amigo Maverick. El pasado de casi diez años se sintió como si fuera ayer. Contarle a alguien que conoció a Seba y a Mariana, fue como revivir todo de nuevo. Algunas heridas no cierran nunca y esta creo que no lo hará. Justamente, o debería decir "causalmente", ella tenía una foto guardada de ellos dos. Algo que lamento nunca haber tenido, como son de una época preselfies y demás pavadas, no eramos de sacar tantas fotos como ahora. Ninguno entonces tenía cámara, menos un celu con ella. Gracias a todas las funciones del universo que se pudo concretar que esta persona ha guardado un recuerdo tantos años. El pasado vuelve, pero no le des mucha bola, no trae novedades ni tampoco mucha esperanza. Aunque quizá esta sea la excepción a la regla.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén....

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