El día de la caída de la Orden, como conmemorando el fatídico aniversario, Samanta vivió una situación que trajo consecuencias movilizantes. Una clienta, una mujer bastante trastornada, saltó como si ella la hubiera insultado sin más ni más. Cuando a los días la suspendieron por esta queja, dejó de ser una simple anécdota. Esto bien parece una trampa, para poder encontrar excusas y echarla sin justificativo. La batalla comienza y si piensan que estamos indefensos, que piensen un poquito mejor.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén....
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