Este episodio que sigue paso hace ya casi un mes. Recién lo publico ahora, ya que finalmente llegó a su final, aparentemente. No podría jurar que todo termina aquí, ya que nunca se sabe en la dimensión desconocida.
Un domingo, raro que este en el parque pero fue así, jugaba en la computadora. En eso, cae una mujer que me pregunta sobre unos libros de física y química. Le muestro algunos, mientras sigo atendiendo otras personas. Eran para el sobrino que tenía que dar una materia.
-Yo buscaba un poco más chico.-me dijo y se fue.
Pasa todo el tiempo, así que guarde los libros y seguí en la PC. Como al rato vuelve y me dice:
-Hola, vos me vendiste este libro?...-
Antes que siguiera le dije que no se lo había vendido yo. Pero ella insistía que si.
-Si, si vendiste El Eternauta delante mío.-
Si, había vendido El Eternauta y puede que delante de ella, pero ella traía un física de quinto que nunca tuve. Le repetí que estaba confundida, me mostró la bolsita. Aunque era como las nuestras, otros puestos usan la misma. Y dale con que si se lo vendí.
-Ah, te haces el boludo?-
Le respondí que no me hacia nada, que estaba confundida.
-Mira, sos un pelotudo.-me dijo ofendida.-Yo te lo iba a cambiar por unos libros de acá.-
Al decirlo, señaló las ofertas. Yo le dije que eso no me servia porque yo no se lo había vendido, por lo tanto, no había cambio. Y que ese libro no lo tenía. Ya de peor humor, agarré el libro y le mostré que los del puesto tenían una etiqueta detrás, verde fluorescente. Que yo no lo tenía anotado ni la plata. Ella aseguraba que me había dado treinta pesos, justo lo que salía. Y reofendida me decía que era un boludo.
-Primero, bajame el tonito.-le dije ya de pésimo talante.
-Ah y me lo subís vos?-
-Claro, si me estas insultando.-le respondí.
-Mira, vas a ver…-
No recuerdo bien que dijo, le pregunté delante de ella a Jacky si se lo había vendido. No había sido ella.
-Y si no me lo compraste a mí ni a nadie, te lo choreaste.-le dije.
-Ah, me acusas de chorra?-respondió, cada vez buscando mas roña.-Ahora llamo al policía.-
-Llama a quien quieras, chorra.-
Llamé yo a la policía, y me fui luego a la entrada de los puestos a ver si veía al agente de enfrente. La loca esta se apoyaba sobre el cantero. Le repetí que yo no se lo había vendido, que estaba confundida.
-No te preocupes, ahora viene la policía, en el libro están tus huellas, te tengo grabado.-
Ahí me sospeché que la mina buscaba toda la roña porque quería inventar un juicio o algún lío de ese estilo.
Cuando al rato cae Leti, me confirma que nunca tuvimos ese libro. Y cuando llega el policía, la loca se le acapara. Terminado de hablar, me encara el botón y me increpa.
-Te la hago fácil, tengo treinta y seis años y no quiero que me hagas perder el tiempo a mi ni yo a vos. Yo se que venden sin factura…-
Ni me dejaba explicar mi versión de los hechos. Encima en tonito amenazante de apriete.
-Si tenemos factura, ella no la tiene.-le salí al cruce yo, bastante de mal humor.
Debo dejar claro que el pelotudo del rati no servía ni para perro, le creyó todo a esa estafadora de la que ni siquiera sabía el nombre. Esa era otra sorpresa. Leti justo le mostró las facturas que damos generalmente. Se ofreció a cambiarle el libro, si lo dejaba todo ahí. Pero la mina quería que le cambiaran el libro y aun así, hacer la denuncia. Luego cayó un sargento en otro móvil, y más tarde otro más. Yo me quedé callado, a un costado, tratando de estar tranquilo. La situación era ridícula. Denuncia de que? Para esto esta la policía? Para atender locos que denuncian nada? Si, están tan al pedo los yutas, no sirven ni para espiar. El cana se dio cuenta cuando le indico que Leti le cambiaba el libro.
-Le sirve esta solución?-
-Si, pero igual quiero hacer la denuncia.-respondió la trastornada con esa expresión desvariada que le vi en todo momento.
La situación parecía cada vez más bizarra.
El policía, ya mostraba cara de hastío.
-Mire que lo que tiene que hacer para la denuncia, el tiempo, el abogado no le va servir…-
-El abogado me sale gratis.-dijo la estafadora y chorra.
Ah bueno! Esta es una fabricante de pleitos me dije. Más razón para quedarme en el molde, aunque me salía de la vaina, todo lo que dijera podía ser usado en mi contra. Yo ya venia pensando que iba a hacer luego. Si íbamos al tribunal, su caso no se sostenía para nada. Encima si me grabo en una discusión de treinta segundos sin que yo la viera sacar nada, ya tenia la intención de hacerlo. La pensaba destrozar en el litigio. Pero ahora, que se llevara su victoria efímera, yo saldría victorioso. Un odio me embargaba.
-Cuando te llegue la citación a Tribunales, vas a poder hacer tu descargo.-me dijo el idiota de uniforme.
Finalmente se fueron todos, el sargento parecía tener mucha mas inteligencia que el agente C. Rojas como le vi en su name tag. Al verle el brazo, reconocí el rango y lo llamé por el mismo. El pelotudo del agente, me miró extrañado que fuera tan conocedor. Ventajas de tener un amigo policía idiota! Ahí mismo le mandé un mensaje a mi amigo. El sargento desestimó la importancia del asunto y eso me dejó tranquilo.
Al rato, me llamaron del 911, diciendo que no me encontraban en Figueroa Alcorta y no se que. Los idiotas no se que entendieron, pero me buscaban en barrio norte. NO te digo que no sirven ni para espiar!?!
Yo ya pensaba en cuando me llegara la citación, tendría que contar a mi familia el hecho. Quiso el universo que fui yo el que saliendo una mañana, la encontré en la puerta. No se lo conté a nadie. Ya lo sabia todo el parque, incluido el fracasado inútil de Mario, que me vino a bardear un día que lo crucé. Ni a mi bruja ni a mis amigos le conté. Pese a que me dolían los nervios por la expectación. El día de la “composición” decía el papel era el 20 de agosto, cumpleaños de mi madre. Otra coincidencia, como para dejar claro que extrañas fuerzas se movían.
Esta historia continuara en el próximo post. Con la conclusión en los tribunales.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén....
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