Espectador, anque protagonista.

Esto que tengo para contar, no puede ser revelado aquí. Es que no es solo mi secreto. Pero quiero dejarlo asentado para no olvidarlo como toda mente racional hace siempre con las cosas extrañas y curiosas que ocurren. Por eso algunos no creen que nada así les pase. Solo el que lo noto y lo remarca en su memoria. Incluso yo que los escribo, olvido algunos hechos, hasta que por una cosa u otra las vuelvo a leer.
Bueno, decía que ocurrió algo en el parque que mucho no puedo contar. Solo voy a decir que pareció una novela mexicana, con esas revelaciones familiares que parecen insólitas e inverosímiles. Enojos varios, mucha sorpresa y un sabor amargo de saber que es la realidad. Aunque en este caso, solo fui un espectador, no un protagonista. Es por esto que no diré más. Con esto solo me basta para poder recordarlo.

Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...

Sexo, Alcohol y Alas tristes.

Una noche en que confluyeron demasiados hechos relevantes, de aquí al futuro y del pasado hasta ahí, como para que me llegue a gustar. Todo relacionado con mi ultima decisión y con la nueva faceta que encontré en 9 de julio. Esa noche, dos cosas se relacionaban con eso. Y una tercera con el pasado, fantasmas del pasado que intentan desorientarme con ilusiones. Pero pese a notar su presencia, no me enrrollo ni los persigo. Ella sigue rondando por mi mente y esta nueva faceta, me esta resultando más benéfica que ninguna antes. Mi mente es un huracán ahora, mi espíritu tambalea, mi cuerpo esta dolorido. Tengo que hacer algo al respecto, y a la única conclusión que llegue es a, enfrentar los hechos y decir mi parte de la historia. Ocultar la verdad, solo traerá mas confusiones.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...

Dos es coincidencia... NO existe tal cosa llamada coincidencia.

Estos días estaba pensando en lo poco que ha sucedido de extraño, aunque mi vida ha adquirido mucha velocidad debido a la temporada de textos y el resurgir en RVR que parece estallar en marzo. Mi vida siempre parece estallar en este mes, desde el 2003 que sucede, desde que sé quien soy. El mes pasado, antes de ir a Nueve de julio, saliendo desde este mismo Cyber donde escribo esto ahora, encontré $50 pesos tirados en la puerta. Hoy, apenas llegue al parque, después de un día pesadísimo ayer y otro casi igual de complejo hoy (en todo sentido) encontré tirados $50 al lado de la mesa del puesto de al lado. Dos veces, en poco menos de un mes. Eso si es extraño! Un buen signo? Una confirmación de que soy el ser mas afortunado del universo? Un augurio de tiempos mejores? Un premio por las pruebas superadas? Quizás un poco de todo, o algo distinto. Cada cual tendrá su idea.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...