Lo que voy a relatar ya paso hace un par de días, mas exactamente el sábado pasado. Resulta que había invitado a mis amigos a ver una película en casa. Estaba en mi habitación con Mina y Samanta, conversando y mostrándole algunas cosas, no recuerdo bien que. (No sean malpensados, carajo, mierda) Cuando en un momento se me ocurre mostrarle algo que se que le interesa. Un libro viejo, húmedo, con hongos y enmohecido por su vida larga. Era el “Promptuario de Theología Moral”, un libro que me cayo de herencia a través de mi abuelo. Ese y algunos más pasaron a engrosar mi biblioteca, ya que nadie quiere más que yo a los libros, por lo menos en mi casa. Como teología cristiana es algo que últimamente me da “idea” y de lo que no tengo ganas de investigar mucho, siempre lo deje en el lugar que lo puse y nunca o casi nunca lo abrí. Cuando lo abrimos, a Mina se le ocurre preguntarme de que año era. Busque el año de edición sin éxito, la página última estaba comida por las ratas o el agua, no se sabe y prefiero no saber. Pero, adelante de todo, encontré una fecha que me dejo pasmado. 1868. Las fichas me empezaron a caer a velocidad supersónica. Libro de teología? Del siglo antepasado? Esto es de fray Tomás! Otro día contare la historia de el, por ahora solo diré que era mi tatarabuelo y que había estudiado para sacerdote. Por supuesto, nunca lo fue o yo no estaría acá, ni tampoco ningún otro de mi familia. El más misterioso personaje de toda mi familia materna es sin asomo de duda Tomás Besasso. Hacia unos meses estuvimos charlando con un primo sobre el y cotejando datos sobre nuestro tatarabuelo en común. Anduve investigando en el convento de Santo Domingo, que es donde estudio. Y en ese momento, junto a Mina y Samanta, tenia en mis manos el libro con el que estudio Tomás. Ahora se lo que siente un arqueólogo al encontrar una reliquia, porque eso que tenia en mis manos era una reliquia de tiempos pasados. Un pedazo de historia. El libro original fue escrito, al parecer por lo que dice ahí, en 1795. La copia de Tomás Besasso es de 1868. Y yo soy parte de esa historia, mientras estudio historia. Algún día se sabrá toda la verdad sobre fray Tomás, algún día, pero no será hoy.
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén...
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