Después de un reencuentro intenso, con mi bruja favorita fuimos a tomar el colectivo para regresar al hogar. Pero no obstante, en la parada nos esperaba una sorpresa. Primero, ella vio al novio de la tía. No sabíamos si saludarlo o quedarnos en el molde. Finalmente, después de un par de ojeadas, descubrió que la tía también estaba allí. Encuentros raros? Nooo, como si esto fuera la dimensión desconocida Ichinén. Si, lo es. Auch. Antes de saber si saludar o no, se fueron para otro lado, dejando el lugar sin vernos. La duda siempre fue y será; nos habrán visto. Por suerte, como decía el tío L, “no hace falta ser una persona de bien, basta parecerlo.”
Han entrado en la dimensión desconocida de Ichinén....